¡Ya estamos en casa!

El lunes fue un día bastante intenso. Ya teníamos los vuelos sacados para la madrugada siguiente y solo faltaba lo que se suponía que iba a ser un simple trámite para obtener el visado de salida de la India. Nos presentamos en las oficinas de inmigración a las 9.30 de la mañana acompañados con los chicos de Ana Med. Ellos no podían acceder a las oficinas y me explicaron los pasos que tenía que seguir una vez en ellas.

Se trataba de una habitación bastante grande con numerosos mostradores. El ambiente era bastante cargado entre la gran cantidad de gente y el calor que se aliviaba con unos ventiladores de techo gigantes. Los pasos a seguir eran sencillos, primero solicitar en uno de los mostradores los impresos a rellenar, presentarlos en otro mostrador donde aprueban que todo esté correcto y después un par de mostradores mas para pagar tasas y para finalmente poner el sello..

Pues esa era la teoría, pero la práctica fue bastante distinta. Después de hacer una larga cola para solicitar los impresos me dijeron que ahora se hacía por internet. Yo insistía porque me habían asegurado que no habría problema y acabó poniéndose borde y echándome de la oficina. En ese momento pensé que no daría tiempo a volver. Llamé corriendo a Avinash para que me ayudara y que por favor volviera y no se separaran de mí hasta tener los visados. Así fue, vino Athar y se informó que efectivamente habían cambiado la manera de presentar los impresos. Tuvimos que correr a un "ciber" si se podía denominar así. Yo preguntaba si daría tiempo y no lo veían muy claro con lo que me agobié bastante. 

Pero finalmente volvimos a tiempo a las oficinas del FRRO, que estaban a rebosar de afganos y musulmanes y pasadas las 3 conseguimos los dichosos visados. No me lo creía pero ahora si que lo teníamos todo para volver a casa. 

Me dio pena no poder despedirme del resto de españoles pero de ahí nos fuimos a comer y a realizar el equipaje y a descansar un poco. La cabeza me estallaba de la tensión de la mañana y lo mejor era dormir un poco antes del largo viaje que nos esperaba.

Con el manager del hotel Gautam Residency

Nos despedimos de la gente del hotel haciéndonos fotillos con ellos, en cierta manera durante este mes fueron un poco nuestra familia. Nos resolvieron todo lo que necesitábamos y se portaron muy bien.

Ya en el aeropuerto tuvimos el último susto cuando en control de pasaportes empezaron a pedirnos más papeles, creía entender que me faltaba algo así como un permiso médico. Yo lo único que podía hacer es llenarle el mostrador de papeles y papeles que gracias a dios llevaba en el equipaje de mano. Nos retuvieron un buen rato pero finalmente nos dejaron por fin marchar.

El vuelo fue muy bueno. Con ayuda de Juan Carlos reservamos unas cunas en el avión y así no teníamos que cargar con los niños. Viajaron muy cómodos y yo superfeliz de presumir de mis churumbeles con la gente que me preguntaba sobre ellos.

En Madrid nos esperaba Juan Carlos, ya hacía mucho que teníamos ganas de conocernos y fue como si nos conociéramos mucho tiempo. Fue genial poder contar las experiencias de uno y otro en persona, juntos a otra pareja que también están iniciando el proceso ahora y que espero pronto consigan ese sueño que llevan persiguiendo ya un tiempo.

Juan Carlos con Iker, 

Estábamos tan a gusto comiendo en la estación que casi perdemos el tren. Como no y con el mismo estrés de Delhi, cogimos el tren que ahora si nos dejaba ya en casa.

Fue emocionante bajar del tren y ver como estaba mi familia y amigos con una pancarta que había preparado mi hermana. En su día me imaginaba algo así pero entendía que un martes por la noche no era el mejor día. Aun así, quienes pudieron estuvieron allí dándonos la bienvenida. Yo me emocioné mucho y es que el camino había sido muy largo y para llegar a ese momento.

La habitación de los churumbeles

Y por fin Iker, Aryam y yo estamos en casa. Mi amigo David y mis padres me han ayudado con algunos detalles que faltaban para que ya todo estuviera listo a nuestro regreso. Me encanta ver tan distinta la habitación y tan acogedora con el armario lleno de ropita de los pequeños .



Ahora estamos haciéndonos poco a poco con la nueva rutina. Apenas he podido contestar a la gente que ya están con ganas de venir a vernos.  Ahora tocaba un poco de papeleos y de llevar a los niños al pediatra para que les hagan la revisión y continúen con su calendario de vacunas. Los niños ya están empadronados y tienen su tarjeta sanitaria. Ya he tenido las primeras anécdotas cuando me ve la gente con los dos niños y supongo que no ha sido nada con lo que aun viviremos, pero siempre nos están tratando muy bien.
La próxima semana Ana Med me enviará la renuncia de la madre subrogada y ya podré pedir la baja de maternidad y las ayudas de la seguridad social y hacienda.

Tenía muchas ganas de estar con ellos ya solos en casa y recibiendo a la familia y amigos. Ellos son muy buenos y esperan sus turnos para ser atendidos. Lo único que tiene moquillos y no les gusta mucho que los trastee para quitárselos. Pero enseguida están tranquilos. 

Biberones en familia, mi hermano y mi sobrina Lucía.

Iker con los primos Luis y Lucía

Ahora está haciendo mucho frío y mejor que estemos en casa. Pero pronto ya estaremos paseando y disfrutando del ambiente navideño. 

Todavía no me creo que tenga que hablar en primera persona del plural. es genial cuando llega la noche y ver que están ahí , al lado mía durmiendo y despertar y ver que ahí continúan, que no es un sueño. 

Es el sueño de muchos ilusionados que vamos a poder conocernos en la quedada que ha surgido de la iniciativa de David, creador del blog  "Una ilusión compartida" http://unailusioncompartida.blogspot.com.es/2012_11_01_archive.html

Podéis ir confirmando asistencia en su blog para poder organizarlo todo. De momento David, apunta a tres más que si todo va bien estaremos allí con vosotros para compartir nuestra experiencia.

Javi, padrino de Aryam

Tita Flori

Y los abuelos